REPORTAJE
Manejo discrecional de recursos impide reducir la Muerte Materna
Los estados no están obligados a cumplir con programas de salud de SS

Por Guadalupe Cruz Jaimes

Pese a que los gobiernos en turno destinan los recursos para reducir la Muerte Materna (MM), la opacidad y la discrecionalidad con la que son manejados, continúa siendo uno de los principales nudos para lograr ese objetivo. Sin presupuesto etiquetado desde la federación, los 32 estados del país, deciden cómo y en qué gastar los recursos destinados a salud, ya que normativamente no están obligados a cumplir con los programas "Arranque Parejo", "100 x 100", "Embarazo Saludable", y "Urgencias Obstétricas", creados por la Secretaría de Salud (SS) y la Presidencia de la república para reducir la MM. Por ello, todos los programas de salud sexual y reproductiva se debilitan, aseguró Daniela Díaz, responsable del proyecto de MM y presupuesto público de la organización civil Fundar, Centro de Análisis e Investigación. De las acciones emprendidas por el gobierno federal para reducir la MM, sólo en 2003 "Arranque Parejo" tuvo presupuesto etiquetado.

A partir de 2004, los recursos se canalizan a través del Seguro Popular. Este hecho, "se presta a la discrecionalidad" del ejercicio del presupuesto y de las acciones de los programas que se llevan a cabo en los estados para reducir la MM, donde no sólo no se ha reducido, sino que aumentó de 55.6 en 2007 a 57.2 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos en 2008, según datos de la SS. A decir de Graciela Freyermuth, secretaria técnica del Comité por una maternidad sin riesgos, la Cámara de Diputados debe de monitorear el ejercicio de los recursos estatales dedicados a salud sexual y reproductiva. La también investigadora del Centro de investigación y estudios superiores en antropología social (CIESAS), en Chiapas, refirió que el manejo de los recursos es uno de los nudos, que impiden la disminución de la MM en México. Si los recursos no se invierten en los servicios de salud sexual y reproductiva, las deficiencias en el sistema de salud continúan: "no hay cambios consistentes que permitan dar atención". Ello se refleja en que la mayoría de los hospitales carece de medicamentos, quirófanos, bancos de sangre, y personal capacitado para atender un parto, y reconocer una urgencia obstétrica. Además, recordó que éste es un servicio pagado por las embarazadas pues a pesar de estar afiliadas al Seguro Popular, se les pide una cuota de recuperación, refirió Freyermuth.
Otro de los obstáculos que impiden reducir la MM es la deficiente atención en técnica y trato hacia las embarazadas, señaló Paola Sesia, integrante del Comité por una maternidad sin riesgos e investigadora del CIESAS, en Oaxaca. Esta circunstancia se agudiza en los estados del sur, donde la razón de muerte materna casi duplica el promedio nacional, muestra de ello es que durante 2008, en Oaxaca se registraron 99 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, en Chiapas 97, y en Guerrero 96.5 por igual número de nacimientos.

Principalmente en esas entidades, se requiere que el servicio médico para las embarazadas, se brinde desde el primer nivel de atención, en los centros de salud, en los que hasta ahora no hay personal médico capacitado para atender un parto e identificar una emergencia obstétrica. Este hecho, disminuiría la "sobresaturación" en los hospitales, llamados de segunda atención, en los cuales se han centrado las estrategias gubernamentales, sin que a la fecha se haya roto la inercia de "sostener los mínimos de atención", que no garantizan una disminución de la muerte materna. La sobredemanda de servicios también existe en las zonas urbanas, debido a que en ellas se concentra 75 por ciento de la población, es por ello, que entidades como el Distrito Federal y el Estado de Médico, registran más casos de MM. En la capital durante 2007 se registraron 89 casos y en el estado mexiquense 144. A decir de las especialistas, la MM sólo podrá disminuir si se construye una política de salud materna con un presupuesto definido, que integre también un monitoreo efectivo de las acciones estatales.

Así como el acceso universal y gratuito a la planificación familiar. En ese último aspecto, México ha retrocedido desde 2001, primer año de la administración del Partido Acción Nacional, al frente del país, pues en lugar de que la cobertura de métodos anticonceptivos se ampliara conforme al aumento de la población, ésta ha disminuido. Según la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica 2006, la cobertura anticonceptiva disminuyó 3.6 por ciento de 2003 a 2006, citó Paola Sesia. A decir de la integrante del Comité por una maternidad sin riesgos, la planificación familiar no puede desatenderse porque es una forma de prevenir la MM, al evitar embarazos no deseados y demasiados embarazos. Por ello, es preciso que el gobierno federal traduzca su voluntad política en recursos que hagan efectivas sus estrategias, pues, de lo contrario la mortalidad materna no disminuirá. Y el quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio, que consiste en la reducción de 75 por ciento de muertes maternas, se alcanzará en 2040 y no en 2015, como se comprometió el país hace una década, advirtió Ipas México.

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